Mousse de chocolate sin huevo
La mousse es uno de los postres con mayor historia en el mundo gastronómico. El término francés significa “espuma”, gracias a tu textura aireada y esponjosa. Una de sus variantes es la mousse de chocolate sin huevo, tan exquisita como la original y menos calórica.
Entre los orígenes del clásico mousse de chocolate está en España, cuando el ejército francés se disponía a sitiar Astorga, en 1810. Durante una visita del emperador francés a las tropas, el cocinero mayor le quiso halagar con un exclusivo y delicioso postre. Ahí nació la delicada “espuma de chocolate”.
El emperador quedó tan encantado por el sabor y suavidad del nuevo postre, que se llevó al cocinero y a toda su familia a la corte francesa. La espuma muy bautizada para siempre como ‘mousse au chocolat’.
Aunque otras historias se atribuyen también la invención de esta mousse, lo cierto es que se trata de uno de los postres más solicitados en los restaurantes de todo el mundo. Esta es una receta que no lleva huevo, muy ligera y fácil de hacer.
Ingredientes:
Preparación:
- En primer lugar, hidratar la gelatina. Para ello, colocamos el contenido del sobrecito en un cuenco con unas cucharadas de agua y lo calentamos un poco en el microondas. Bastará con unos segundos.
- Retiramos el cuenco con la gelatina del microondas, y mezclamos bien para que se disuelva. Reservamos.
- En otro recipiente picamos el chocolate. Se puede utilizar una tableta, o también chispas o lágrimas de chocolate para fundir. Lo importante es que sea un chocolate de calidad, con un buen porcentaje de cacao, superior al 70%.
- Colocamos el chocolate en un cuenco o bol, junto con la leche, y lo llevamos al microondas. Para que el chocolate se funda sin quemarse, lo ideal es ir danto tiempos de 30 segundos, sacar y mezclar bien, e introducir otros 30 segundos a potencia media. Y así hasta que se funda.
- Mezclar la gelatina con el chocolate disuelto en la leche. Reservar.
- Batir la crema de leche o nata para montar, junto con el azúcar, hasta que tenga firmeza el batido.
- Unir la nata con el chocolate y la gelatina y mezclar con movimientos envolventes para que no baje el batido.
- Colocar la mousse en copas individuales y enfriar en la nevera durante dos horas.
- Se puede terminar con sirope, caramelo, miel, o lo que se prefiera.
¿Te animas a probar esta ligera y deliciosa mousse de chocolate sin huevo? A tus invitados les va a encantar, y te pedirán que la repitas.